Un aspecto importante a considerar para mejorar la comunicación con tu peque es reducir el uso del lenguaje negativo al momento de dar instrucciones.
El propósito es dosificar los “NO” al momento de dar una instrucción ó marcar un límite, esto se debe a múltiples razones, en especial porque el cerebro procesa más rápido la información cuando usamos un lenguaje positivo y también al hacerlo tu peque tendrá una respuesta más colaboradora, ya que, el lenguaje positivo no emite juicio y ayuda a generar conexión.
Para la mayoría de los adultos es un reto comenzar a hablar de manera positiva en los momentos que se presentan en la crianza diaria, pero como siempre les digo, al principio puede ser complejo pero al practicarlo se vuelve natural y de pronto comienzas a hacerlo sin esfuerzo.
Comparto con ustedes unas alternativas básicas a frases comunes que se presentan diariamente con los peques para que puedan tomarlo como guía y comenzar a aplicarlo en casa.
Ahora quiero preguntarte, ¿cuál crees que es tu reto más grande al trabajar el lenguaje positivo en casa?